Las clases de cocina en Educación Infantil ofrecen una experiencia de aprendizaje práctica y única para los niños pequeños. No solo enseñan valiosas habilidades culinarias, sino que también incorporan lecciones de matemáticas, ciencias y lengua. A través de la cocina, los niños aprenden sobre medidas, nutrición y cómo seguir instrucciones paso a paso. Además, las actividades culinarias ayudan a desarrollar la motricidad fina y fomentan la creatividad.

Incluir clases de cocina en preescolar también puede fomentar la independencia y la confianza en sí mismos en los niños pequeños. Al permitirles participar en la preparación de sus propios alimentos, los niños se sienten realizados y orgullosos, lo que puede influir positivamente en su desarrollo integral.

Además, las clases de cocina brindan la oportunidad de explorar diferentes alimentos y sabores, promoviendo una alimentación diversa y saludable. Introducir a los niños a una variedad de ingredientes desde la edad temprana puede ampliar sus paladares y ayudar a desarrollar hábitos alimenticios saludables que perduren toda la vida.

En resumen, las clases de cocina en Educación Infantil contribuyen al desarrollo cognitivo, físico, social y emocional de los niños, preparándolos para un aprendizaje y un bienestar que perdure a lo largo de sus vidas.

Natalia Corral
Profesora de Preescolar
Colegio Internacional SEK Los Valles